Modelo para realizar un ensayo
Ejemplo de simulación y modelización en el mundo real
Ejemplo de prueba A/B en un sitio web. Al servir a los visitantes, de forma aleatoria, dos versiones de un sitio web que sólo difieren en el diseño de un único elemento de botón, se puede medir la eficacia relativa de los dos diseños.
Las pruebas A/B (también conocidas como pruebas de cubo o pruebas de división) son una metodología de investigación de la experiencia del usuario[1]. Las pruebas A/B consisten en un experimento aleatorio con dos variantes, A y B.[2][3] Incluye la aplicación de pruebas de hipótesis estadísticas o «pruebas de hipótesis de dos muestras», tal y como se utilizan en el campo de la estadística. El test A/B es una forma de comparar dos versiones de una misma variable, normalmente probando la respuesta de un sujeto a la variante A frente a la variante B, y determinando cuál de las dos variantes es más eficaz[4].
El test A/B es una abreviatura de un simple experimento controlado[1] en el que se comparan dos muestras (A y B) de una única variable vectorial. Estos valores son similares excepto por una variación que puede afectar al comportamiento del usuario. Los tests A/B se consideran la forma más sencilla de experimento controlado. Sin embargo, al añadir más variantes a la prueba, su complejidad aumenta[5].
Aplicación de la modelización y la simulación
A medida que los usos de la simulación avanzan desde la formación hasta el diseño de pruebas y la evaluación de las mismas, aumentan las exigencias de validación de la simulación. Desgraciadamente, es difícil determinar de forma exhaustiva si una validación es «suficiente», ya que (como se comenta en el capítulo 5) hay una gran variedad de sistemas de defensa, tipos de simulaciones y propósitos y niveles de agregación de sistemas para los que se pueden utilizar las simulaciones.
La comunidad de defensa reconoce tres tipos de simulaciones: en vivo, virtuales y constructivas. Una simulación en vivo es simplemente una prueba operativa, con sensores utilizados para identificar qué sistemas han sido dañados por disparos simulados, utilizando fuerzas y equipos reales. Es el ejercicio más cercano al uso real. Una simulación virtual («hardware-in-the-loop») puede poner a prueba un prototipo de sistema completo con estímulos producidos por ordenador o generados artificialmente de otro modo. Este tipo de ejercicio es típico de una prueba de desarrollo. Una simulación constructiva es una representación informática de un sistema o sistemas.
Proyectos de ejemplo de modelización y simulación
Hay un punto más en el que aún no hemos hecho hincapié en nuestra discusión sobre el coeficiente de correlación r y el coeficiente de determinación r2: las dos medidas resumen la fuerza de una relación lineal sólo en muestras. Si obtuviéramos una muestra diferente, obtendríamos correlaciones diferentes, valores r2 diferentes y, por tanto, conclusiones potencialmente diferentes. Como siempre, queremos sacar conclusiones sobre poblaciones, no sólo sobre muestras. Para ello, tenemos que realizar una prueba de hipótesis o calcular un intervalo de confianza. En esta sección, aprenderemos a realizar una prueba de hipótesis para el coeficiente de correlación poblacional ρ (la letra griega «rho»).
En general, un investigador debe utilizar la prueba de hipótesis para la correlación poblacional ρ para conocer una asociación lineal entre dos variables, cuando no es obvio qué variable debe considerarse como la respuesta. Vamos a aclarar este punto con ejemplos de dos preguntas de investigación diferentes.
La respuesta es la latitud, porque es bastante obvio que la latitud debe tratarse como la variable de predicción y la mortalidad por cáncer de piel como la respuesta. Supongamos que queremos evaluar si existe o no una relación lineal entre la edad del marido y la de su mujer. En este caso, se podría tratar la edad del marido como la respuesta:
Ejemplos de exámenes de simulación
Aunque a menudo pensamos en los exámenes como una forma de poner a prueba la comprensión del material por parte de los estudiantes, los exámenes pueden servir para más de un propósito. Ser conscientes de por qué estamos examinando a los estudiantes y de qué es exactamente lo que queremos comprobar puede ayudar a que la experiencia de los estudiantes y de los profesores con los exámenes sea más útil. Los siguientes consejos le orientarán hacia cuestiones en las que debe pensar durante todo el proceso de examen, desde la planificación hasta la reflexión.
Preparar un esquema de calificación con antelación le permitirá revisar sus preguntas, para verificar que realmente están poniendo a prueba el material que quiere examinar, y para pensar en las posibles respuestas alternativas que puedan surgir.
La revisión de los resultados de los exámenes puede ayudarle a identificar los conceptos y métodos con los que los alumnos tienen dificultades -preguntas que se han perdido-, así como los conceptos y métodos que se han entendido bien -preguntas que en general se han respondido con éxito-. O puede poner de relieve preguntas de examen bien o mal construidas. Considere la posibilidad de utilizar esta información para:
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