A que genero literario pertenece federico garcia lorca

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El lado oscuro del corazón 2

García Lorca alcanzó el reconocimiento internacional como miembro emblemático de la Generación del 27, un grupo formado en su mayoría por poetas que introdujeron en la literatura española los principios de los movimientos europeos (como el simbolismo, el futurismo y el surrealismo)[2][3] Fue asesinado por las fuerzas nacionalistas al comienzo de la Guerra Civil española[4][5][6][7] Sus restos nunca se han encontrado.
En 1919-20, por invitación de Sierra, escribió y puso en escena su primera obra de teatro, El maleficio de la mariposa. Se trataba de una obra en verso que representaba el amor imposible entre una cucaracha y una mariposa, con un reparto de otros insectos; el público se rió de ella después de sólo cuatro representaciones e influyó en la actitud de García Lorca hacia el público teatral durante el resto de su carrera. Más tarde diría que Mariana Pineda, escrita en 1927, fue, de hecho, su primera obra. Durante su estancia en la Residencia de Estudiantes, cursó las carreras de Derecho y Filosofía, aunque le interesaba más la escritura que el estudio[13].

La casa de bernarda alba

su propio para». (La vida secreta de Salvador Dalí por Salvador Dalí, 2009, p. 176) El poeta Louis Aragon afirmó que Lorca y Dalí se acostaron durante dos años, «¡todo el mundo lo sabe!» (Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad masculina por Ángel Sahuquillo, 2007, p. 19)
Leslie Stainton (2000); Federico García Lorca y la cultura de la homosexualidad masculina de Ángel Sahuquillo (2007); New Lenses for Lorca: Literature, Art, and Science in the Edad de plata de Cecelia J. Cavanaugh (2012) – Otro escritor de la

Baladas gitanas

Imágenes cedidas por la Fundación Federico García Lorca, Madrid A principios de la década de 1920, Federico García Lorca descubrió en Madrid el haiku japonés, un género cada vez más importante en los círculos literarios hispanos. Al mismo tiempo que descubría el haiku, Lorca estaba inmerso en el estudio de la copla, la lírica rural andaluza: una forma que «no pertenece a nadie», que «flota en el viento como el cardo dorado», como escribió. Para Lorca, el catálogo de estas letras primitivas contenía «los cantos más hondos y conmovedores de nuestra alma misteriosa»; fue en las voces de las comunidades pobres y gitanas de Andalucía donde rastreó las raíces de este cante jondo. Era el canal lírico por el que «todo el dolor, todos los gestos rituales de la raza, pueden escapar».
Para Lorca, el atractivo tanto del haiku como de la copla era su poder de concentración poética. Como reacción a lo que describió como el «árbol lírico excesivo» heredado del Romanticismo, Lorca desarrolló un aprecio por la forma en que los autores de estas formas podían «condensar todos los momentos emocionales más altos de la vida en una estrofa de tres o cuatro líneas». Canciones nuevas, un poema de la primera colección de Lorca, proporciona una visión de las aspiraciones que tenía para su poesía en esta época. En el poema, Lorca anhela «un canto luminoso y tranquilo», «un canto para ir al alma de las cosas», «un canto sin carne lírica», «una bandada de palomas ciegas arrojadas al misterio».

Colección de poemas: una e…

A lo largo de su corta pero pionera vida (1898-1936), la muerte fue su tema artístico central, y a los 38 años Lorca encontró el violento destino que había previsto cuando escribió: «Entonces me di cuenta de que me habían asesinado. Me buscaron en cafés, cementerios e iglesias… pero no me encontraron. ¿No me encontraron? No. Nunca me encontraron».
Pocos artistas han representado y encarnado el espíritu colectivo de su nación mejor que Lorca, lo que hace que el trágico relato de su muerte sea aún más desgarrador. Poco después de que estallara la Guerra Civil española en julio de 1936, Lorca tomó la equivocada decisión de abandonar el seguro enclave de Madrid para estar con su familia en su conservadora ciudad natal de Granada. Casi inmediatamente después de su llegada, la zona fue tomada por las fuerzas fascistas rebeldes, los falangistas nacionalistas. A pesar de cultivar públicamente una postura apolítica, su asociación con la República, sus obras de teatro que trataban sobre la represión y algunas declaraciones anticatólicas en entrevistas habían convertido a Lorca en un objetivo de alto perfil. Otro factor que contribuyó al odio de los nacionalistas hacia Lorca fue su homosexualidad.

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